Recordamos a nuestro querido compañero Israel Acuña Q.E.P.D. (1957-2021)
Don Israel Izmirel Acuña (“El Isra”) ingresa a Sernageomin en octubre de 1999, después de una trayectoria como transportista y ya un buen número de años en las carreteras de Chile.
Durante sus primeros años se dedicó en largos periodos a trabajar como conductor del Director Nacional de SERNAGEOMIN, para luego, poco a poco, comenzar a tomar el volante de las camionetas 4×4 en terreno donde, paulatinamente, comenzó a desarrollar experiencia “en el cerro”, con equipos de Geología Regional y Geología Aplicada, participando, por ejemplo, en las campañas del proyecto de Hidrogeología del Río Copiapó, en el proyecto IV Región Norte de Geología Regional y, recientemente, en la zona de San Fernando.
Israel fue uno de los conductores full-time desde el inicio del Plan Nacional de Geología (2010), y participó en innumerables campañas de varias cartas geológicas en el Norte de Chile, desde Iquique hasta Talca. Un amargo hito en su carrera fue el accidente en terreno que sufrió en la región de Iquique, donde producto de un volcamiento El Isra quedó gravemente lesionado. Después de varios meses en recuperación, reapareció, algo más flaco, pero con su misma sonrisa y muy contento de volver a trabajar en lo que lo apasionaba, en esa época se compró un auto nuevo y lo mostraba con orgullo.
El Isra se nos queda en la memoria como un tipo amable, inocente, siempre preocupado por su familia, silencioso, dispuesto a escuchar y compartir sus pensamientos a aquel que estaba dispuesto a escuchar también, buena disposición y una enorme paciencia con los geólogos, con sus colegas y con los cocineros también. Su buen humor (y sus mañas también) se combinaba con sus gustos sencillos, un cafecito en terreno, el buen plato de comida, un buen lugar para hacer campamento, reírse de una buena talla, o conocer lugares nuevos.
Su preocupación por su familia se notaba en cada campaña, en que por las tardes salía al pueblo a buscar una caja vecina para mandarles plata. De todas maneras, quedará en el misterio si siempre era ese el objetivo o comerse un sanguchito a la pasada, o ambas.
El bajo perfil del Isra no se condice con el enorme cariño que se ganó en los equipos de geología y a muchos nos apena que nos deje un gran amigo y compañero de trabajo, leal y amable. Quizás sin tener plena conciencia, logró tener unos últimos meses para despedirse, conversar en persona o por teléfono con los más cercanos, demostrar su cariño y preocupación por sus compañeros y decir hasta luego.